miércoles, 26 de junio de 2013

MIEDO

Hoy me veo con la obligación de deciros algunos de los motivos por los cuales mi querida amiga llegó a esta situación.

Pretendo que sepáis que las causas de esta enfermedad no sólo son los estereotipos de excesiva delgadez que impone actualmente nuestra sociedad.

Ella nunca tuvo una alta autoestima, ni seguridad en sí misma. Influyó bastante en su vida la falta de un gran pilar, la obsesión lógica de su madre por las dietas, la excesiva responsabilidad que ha acarreado desde pequeña, la sobreprotección tanto para salir como para poder estar con chicos, la asimilación del llorar con ser débil, de la delgadez con el éxito, el escuchar típicos comentarios sobre su físico y sobre su capacidad para lograr lo que quiere por parte de su padre, siendo captadas no sólo como unas simples bromas.

Como veis, son muchos los factores que han propiciado su final. Aun así puedes superar todo lo que te propongas, TODO, aunque poseas bastantes papeletas para fracasar, ya que si son muchas las personas que han podido superar esto, tú también podrás hacerlo.

La fórmula para conseguirlo es clave. Necesitas querer. Si no quieres curarte, no tienes nada que hacer en contra de esta enfermedad. Además de ser clave para esto, lo es para el resto de las cosas que nos rodea día a día. Muchas veces decimos que no podemos hacer algo porque realmente no queremos hacerlo. La idea de tener que esforzarse para lograrlo nos aterra, nos echa para atrás, nos impide poder, y sobre todo, nos da miedo.

El miedo hace que no vayamos a por lo que realmente queremos. Siempre nos movemos en un mismo círculo de seguridad del que nos da pánico salir, pero si deseamos avanzar como personas, conseguir cumplir nuestros sueños y dejar de vivir con miedo a que esa seguridad se aleje de nosotros, tenemos que ser valientes. Y no penséis que una persona valiente no tiene miedo, porque no es así, lo que pasa es que no le afecta tan negativamente el temor ni le impide alcanzar lo que desea cumplir.

Os aconsejo que miréis por vosotros mismos y que no intentéis, sino que hagáis lo que os beneficia, sin ningún tipo de temor a fracasar o a la dificultad que requiere el lograrlo.


Recordad que quien vive temeroso, nunca será libre.

lunes, 24 de junio de 2013

ABRE LOS OJOS.

Hola a tod@s.

Creo que es necesario que haga mi segunda entrada. Aquí os daréis cuenta si os interesa seguir leyéndome o no, así que pretendo que os guste y que os haga reflexionar.

En ésta os hablaré más sobre mi querida amiga. No pretendo dar lástima con su historia, sólo quiero que sepáis que esta enfermedad no solo acarrea la peligrosa pérdida de peso.

He sido consciente de que las consecuencias de su inanición de alimentos fueron duras para ella. Llegó a entender por qué una persona se puede llegar a suicidar. Sintió el dolor en ella, un dolor psicológico que no se iba y que le llevó a replantearse su vida seriamente. Se ahogaba, le costaba respirar, se le aceleraba el corazón, se bloqueaba, lloraba desesperadamente, quería dejar de existir para no sufrir más. Las peores palabras que tuve que escuchar de ella fueron que se levantaba cada mañana y sabía que era una mierda y aun así tenía que seguir con su vida por los demás, que se merecía padecer, fingiendo que todo va bien, plantando una sonrisa en su cara aunque por dentro estaba completamente rota.

Fue muy duro verla tan mal y saber que sería completamente imposible ayudarla como se merece. Que ella, y sólo ella, sería la única que podría hacer algo al respecto.

Con esto pretendo llegar a todas esas personas que se encuentran en esta misma situación.

Primero, nunca viváis por aquellas personas que os aprecian y sufrirían con vuestra marcha, vivid por vosotros mismos pero que éstas os ayuden a hacerlo.

Segundo, todo lo que en un presente es un problema y un túnel aparentemente sin salida, puede llegar a ser aquello por lo que en un futuro seréis más fuertes.

Tercero, nunca os dejéis ganar por una enfermedad sin antes haber luchado y hecho todo lo posible para salir de ella.

Sé perfectamente que cuando estáis en un punto de la enfermedad crucial y difícil, da igual lo que os digan o hagan, seguiréis con vuestro propósito, objetivo y fin. Pero dejadme decir una cosa, cuando te repiten muchas veces algo al final acabas creyéndotelo, por eso mismo, leed esto mil veces si son necesarias, al final abriréis los ojos e intentaréis luchar. Ánimo.

domingo, 23 de junio de 2013

AHORA

Sé que ninguno tiene la culpa de mis supuestos problemas, pero voy a compartir con vosotros todo aquello que duele contar. Pretendo con ello crear una especie de diario y que podáis aprender de mi historia.

Esta primera entrada está pensada para hacer una breve introducción sobre lo que trataremos en este blog: mis vivencias, mis pensamientos, mis “problemas”, mi vida.

Ante todo deseo contaros la historia de una gran amiga mía. Ella es una chica de 18 años que estudia en una ciudad pequeña, alejada de su pueblo, donde posee la libertad que siempre había ansiado. Tiene unos padres, a día de hoy, muy exigentes, que han hecho de ella una persona perfeccionista, autodestructiva, autoexigente e insegura. Estas características suyas, y muchos otros factores con influencia negativa llamaron a Ana, (nombre que le atribuye la persona anoréxica a su enfermedad, al igual que Mía a la bulimia). Entró en su vida, sin que mi querida amiga fuera consciente de ello, con el propósito de arruinarle su presente y su futuro, y por desgracia, en algunos momentos... En fin, cada cosa a su tiempo. Sólo deciros que ella me hizo comprender que es una enfermedad mental, muy complicada, y sólo quien la sufra sabrá lo que puedes llegar a sentir.

Con esto, quiero transmitir a los lectores, que no puedes juzgar ni criticar sin antes haber sufrido por lo que esa persona está pasando. Ya lo dijo la canción de la Bella y la Bestia, que antes de juzgar tienes que llegar hasta el corazón. Esto es exactamente lo que todo el mundo sabe y conoce pero que nadie se aplica, y es el momento de hacerlo, AHORA.

Creo, y espero que estéis de acuerdo conmigo, que la vida es demasiado corta como para ir posponiendo todo aquello que debemos hacer, ya por deber, por nuestro bien, o por el bien común. Por ello, el presente es el mejor momento para terminar lo que uno empezó y solucionar los problemas que hacen que mires la vida desde una perspectiva negativa, autocompasiva y victimista. Si nuestro propósito es avanzar y mejorar como personas, debe de ser AHORA.

A todo esto, debo de añadir que si buscáis desconectar de la rutina, relajaros, no pensar en nada y disfrutar de una lectura al estilo estadounidense, estáis en el sitio equivocado. Aquí os intentaré hacer reflexionar, aprender y, sobre todo, mirar a una realidad sin tapujos, directamente a los ojos, bajo mi experiencia y mis humildes conocimientos, ya que, de todo se puede aprender.